Del sueño al infierno: así una joven peruana destapó una red de trata en Milán
Prometieron un trabajo. Entregaron deudas, amenazas y explotación sexual.
Una joven de 25 años llegó desde Perú a Milán con una promesa en la maleta. Pero lo que encontró fue una red de trata de personas disfrazada de oportunidad.
Este es el ultimo caso que ha sacudido a la ciudad y que, gracias a su valentía, terminó con cuatro arrestos por trata de seres humanos. Una historia que no solo indigna: exige ser contada.
✈️ El viaje a Europa... y el precio de la mentira
La joven creyó que venía a trabajar. Pero apenas llegó, le pusieron un precio:
- 3.500 euros de deuda por el “viaje” (cuando el billete costó solo 1.500)
- 350 euros por semana por el alojamiento
- 200 euros más para anuncios en páginas de citas
- Y la orden: “Paga. O no sales de aquí.”
Así comenzó su pesadilla. Como ella, otras seis jóvenes de Colombia y Perú estaban atrapadas bajo el mismo sistema de explotación.
Pisos, amenazas y control total
Los apartamentos estaban en zona Farini y Greco-Turro de la ciudad de Milàn. Allí eran obligadas a prostituirse. Allí las vigilaban. Allí las controlaban.
Las condiciones eran claras: si hablas, pagas caro.
Una de las víctimas recibió la foto de un proyectil enviado directamente a su familia en Perú.
El mensaje era claro: “Sabemos dónde están.”
La caída de la red: cuatro detenidos y una investigación que revela más
La operación, llevada a cabo por la segunda sección de la policía judicial de Milán, se activó tras la denuncia de la joven peruana.
Cuatro arrestados:
- Dos hombres italianos de 67 y 57 años
- Dos hermanas peruanas de 34 y 37 años
Las mujeres eran reclutadas en Sudamérica con falsas ofertas laborales. Ya en Europa, las convertían en mercancía.
Los agentes, dirigidos por Alfonso Iadevaia y Stefano Veronese, reconstruyeron el trayecto de al menos cuatro víctimas desde América Latina.
Por eso, el caso es tratado por la Dirección Distrital Antimafia (DDA) bajo la acusación de trata de seres humanos.
¿Y ahora qué? Víctimas bajo protección y una ciudad que no puede mirar a otro lado
Durante el operativo también se realizaron nueve registros. Algunas de las jóvenes víctimas han sido localizadas y quedarán bajo cuidado de los servicios sociales del Ayuntamiento.
Pero esto no es solo un caso judicial.
Es un espejo roto de lo que aún ocurre en muchas ciudades europeas.
Y esto se desempolva con el coraje de una chica de 25 años que, cuando no tenía nada, se atrevió a hablar.
En GoalPress, estas historias no se silencian. Se amplifican.
Porque el primer paso para la justicia, es que el mundo escuche.