Un trozo de Ecuador en venta | Un tesoro Jama-Coaque aparece en un marketplace italiano

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En el mundo digital, donde cada clic es una oportunidad y cualquier objeto puede encontrar nuevo dueño, un hombre de Pordenone publicó un anuncio de venta online que abrió un capítulo completamente inesperado. «Me parece antiguo», escribió. Las fotos mostraban un pequeño sello de terracota —una pintadera— que, según la intuición inicial del vendedor, podía tener un valor cultural.


Lo que no imaginaba era que esas imágenes serían vistas por los Policías del Núcleo de Protección del Patrimonio Cultural (TPC), profesionales entrenados para proteger lo que va más allá del valor comercial: el corazón histórico de la humanidad. Ese gesto, en apariencia ingenuo, despertó una investigación que implicaría a la Universidad de Bolonia, autoridades judiciales italianas e incluso al gobierno de Ecuador.

El objeto en cuestión era un hallazgo raro, un auténtico sello cilíndrico perteneciente a la civilización Jama-Coaque, un pueblo precolombino asentado en la costa norte del actual Ecuador. Según los expertos, databa de un periodo comprendido entre el siglo IV a.C. y el siglo XVI d.C. Un artefacto no solo valioso, sino también protegido por las leyes patrimoniales vigentes en Ecuador desde 1911: no exportable, no vendible, no sujeto al mercado.


De los marketplaces a la embajada: cuando la conciencia cultural se convierte en liderazgo social


El vendedor, como se descubrió durante las investigaciones, había recibido la pintadera como regalo de un conocido y desconocía tanto su procedencia como su verdadero valor. Este elemento fue clave para confirmar su buena fe, lo cual derivó en la exclusión de cualquier responsabilidad penal. Los Carabineros incautaron la pieza en enero de 2024 y, tras meses de análisis, se autorizó su repatriación. En junio de 2025, el antiguo objeto fue entregado oficialmente a la embajada de Ecuador, en un gesto de diplomacia cultural y respeto mutuo.


Reconocer el valor de nuestras raíces, de las historias que nos preceden, también significa actuar con atención y respeto. Significa convertirse en profesionales de la conciencia, no solo del mercado.


Para la comunidad de latinos en Europa, este episodio es también un llamado: lo que pertenece a nuestra historia colectiva merece cuidado, conciencia y protección. Cada símbolo, cada huella dejada por nuestros ancestros, es un llamado a la identidad, al orgullo cultural y a la responsabilidad global.


En GoalValor creemos que el bienestar no es solo físico o mental, sino también cultural. Ser inspiradores del cambio implica también actuar como guardianes del sentido y de la memoria. Y eso aplica en los caminos personales, en los programas de desafío, pero también en los pequeños gestos cotidianos —como decidir qué vender, qué conservar, qué compartir.


Porque incluso una pintadera olvidada puede convertirse en un punto de inflexión.

Y un simple anuncio puede despertar el valor auténtico que habíamos dejado dormido.