Mafia calabresa en Ecuador | narcos, negocios legales y política oscura

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Una mafia global que amenaza el bienestar colectivo


Desde hace décadas, la ‘Ndrangheta calabresa ha perfeccionado una forma de persistencia criminal silenciosa y letal: lejos de los focos mediáticos de Sicilia o de los tiroteos en Scampia, esta mafia de los “capos invisibles” ha consolidado su hegemonía a través de redes internacionales de narcotráfico, lavado de activos y alianzas discretas. La detención, el pasado 18 de marzo de 2025, de Emmanuelle “Dollarino” Grigorini en Cartagena de Indias, sacó a la luz un capítulo oscuro: la incursión de la ‘Ndrangheta en los puertos y rutas logísticas del Ecuador, con ramificaciones que van mucho más allá de las costas de Guayaquil.

El primer paso furtivo de la ‘Ndrangheta en Ecuador se remonta al menos a 2013. Calabreses prófugos se instalaron en algunas ciudades costeras, pasando desapercibidos gracias a una “célula en la sombra” que mantenía vínculos con grupos locales. En 2015 se documentaron los primeros envíos de cocaína en contenedores de camarones congelados hacia el puerto de Venecia. Con el tiempo, esta práctica se transformó en un sistema enraizado, desafiando a las autoridades y afectando gravemente el bienestar económico y social del país.

Alianzas criminales, lavado y desafíos para los profesionales de la legalidad


Para penetrar los puertos y evadir controles, la ‘Ndrangheta se apoyó en “subcontratistas”: bandas ecuatorianas como Los Lobos y Los Choneros que ejecutaban el trabajo sucio, aportando mano de obra y cobertura local. A cambio, eran pagados solo tras la entrega exitosa de la droga, generando una espiral de dependencia y secretismo. Para los profesionales de la seguridad y la justicia, rastrear estos vínculos es un reto diario.

Simultáneamente, la mafia calabresa consolidó su alianza con mafias balcánicas, especialmente albanesas y serbias, que ofrecen corredores seguros hacia Europa, utilizando puertos como Amberes y Róterdam. El puerto de Gioia Tauro, bastión histórico en Calabria, continúa recibiendo cargamentos desde Sudamérica, lo que confirma vínculos sólidos entre proveedores ecuatorianos y el crimen organizado italiano.

El flujo del dinero sigue un guion bien conocido: las ganancias por la venta de droga en Europa retornan mediante redes financieras asiáticas y se reinvierten tanto en Calabria como en Ecuador. Allí, se infiltran en restaurantes, inmobiliarias, casas de cambio, criptomonedas y empresas de importación-exportación. Este mecanismo compromete el bienestar de las economías locales, distorsionando la competencia y contaminando el tejido productivo.

El aspecto más preocupante es la posible colusión con políticos y funcionarios locales. Aunque no existen pruebas concluyentes, las sospechas son altas: la ‘Ndrangheta es experta en tejer redes de confianza usando figuras irreprochables como fachada. La falta de investigaciones profundas sobre flujos bancarios y operaciones societarias favorece esta opacidad y alimenta la desconfianza ciudadana.

Estrategias compartidas para el combate y el bienestar futuro


La captura de “Dollarino” es solo el comienzo. Los desafíos para los profesionales de la justicia exigen una respuesta coordinada, multinivel e internacional. Algunas de las estrategias prioritarias podrían ser:

  • Creación de task forces internacionales, compuestas por profesionales especializados en crimen transnacional, para el intercambio continuo de información entre Italia, Colombia y Ecuador.
  • Capacitación avanzada de operadores portuarios y aduaneros, con foco en tecnologías como trazabilidad blockchain y análisis forense de contenedores, para anticipar los movimientos de las redes criminales.
  • Revisión y fortalecimiento de la legislación antilavado, exigiendo a bancos, asesores financieros y plataformas de criptomonedas reportar operaciones sospechosas, incluso las de menor cuantía.
  • Participación activa de la sociedad civil y de los profesionales íntegros, mediante sistemas protegidos de denuncia anónima, recompensas por reportes útiles y campañas educativas centradas en el bienestar colectivo.
  • El bienestar común también depende de la transparencia del sistema económico y legal. Enfrentar a la ‘Ndrangheta no es solo un tema de seguridad, sino un reto cultural, económico y profesional que exige valentía y visión de largo plazo. Se requiere el aporte de todos: instituciones, ciudadanía, empresas y especialmente aquellos profesionales que cada día eligen actuar desde la sombra para generar claridad.

Desde las sombras de las montañas calabresas hasta los muelles ecuatorianos, la ‘Ndrangheta ha demostrado una asombrosa capacidad de adaptación, infiltración y dominación silenciosa. Pero ese silencio puede romperse. Los desafíos son complejos, pero no imposibles. Solo uniendo fuerzas —mediante cooperación internacional, formación profesional, participación social y defensa activa del bienestar común— será posible desmantelar esta red invisible y devolver justicia donde hoy reinan el miedo y la opacidad.