Temblor en Perú | Epicentro frente a Chimbote, autoridades monitorean

Post Image
Un fuerte sismo de magnitud 5.0 sacudió la madrugada del jueves 22 de mayo de 2025 la región de Áncash, generando alarma en diversas ciudades del norte del Perú. Según el reporte oficial del Instituto Geofísico del Perú (IGP), el epicentro se localizó a 81 kilómetros al oeste de Chimbote, en la provincia del Santa, con una profundidad de 33 kilómetros. Al tratarse de un evento intraplaca, el origen se relaciona con la deformación interna de la placa Sudamericana, una característica común en la geodinámica de la región.

El movimiento telúrico se sintió con fuerza en Chimbote, Nuevo Chimbote, Virú, Chao y Trujillo, con intensidades que oscilaron entre III y IV en la escala de Mercalli. En otras ciudades como Casma y Ascope, la percepción fue de intensidad III, mientras que en Huaraz se percibió levemente, con nivel II. A pesar de la magnitud del evento, hasta el momento no se han reportado daños materiales ni víctimas, lo cual fue confirmado por las autoridades locales y Defensa Civil.

El sismo ocurrió a las 06:13 a.m., cuando gran parte de la población aún se encontraba en sus hogares, lo que ayudó a evitar mayores riesgos. Sin embargo, el susto no fue menor. Ciudadanos de distintas zonas compartieron sus experiencias en redes sociales, donde relataron que el temblor fue lo suficientemente fuerte como para sacudir muebles, alarmar a familias enteras y hacer temblar ventanas. En Trujillo, residentes de los distritos de Florencia de Mora y La Esperanza describieron la sensación como "el paso de un tráiler a toda velocidad". Otros usuarios aseguraron que la duración del sismo osciló entre 4 y 22 segundos, dependiendo del punto donde se encontraban.

Las autoridades, en coordinación con el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), hicieron un llamado a la población a mantener la calma y seguir los protocolos establecidos ante eventos sísmicos. También recordaron la importancia de tener preparada una mochila de emergencia, un recurso clave en las primeras 72 horas posteriores a un desastre natural, cuando la ayuda externa puede tardar en llegar.

La mochila de emergencia debe contener agua, alimentos no perecederos, linterna, radio, baterías, medicinas, ropa de abrigo, dinero en efectivo, documentos importantes y mascarillas. Además, se recomienda tener una caja de reserva que contenga provisiones básicas para complementar lo que no cabe en la mochila y que pueda ser utilizada entre el segundo y cuarto día de emergencia. Indeci sugiere que esta caja se guarde en un lugar seco y seguro, fácilmente accesible en caso de evacuación rápida.

El Perú forma parte del llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, una de las zonas sísmicas más activas del planeta. Esta franja geológica, donde se concentra el 85% de la actividad sísmica global, se extiende por toda la costa del Pacífico, desde el sudeste asiático hasta América del Sur. En el caso peruano, la interacción de la placa de Nazca que subduce bajo la placa Sudamericana genera constantes fricciones que, al acumular energía, desencadenan sismos como el ocurrido hoy.

En lo que va del año, se han registrado más de 200 sismos de magnitud moderada en el territorio nacional, lo que subraya la necesidad de una cultura de prevención sólida. El evento en Áncash se suma a una seguidilla de movimientos que han venido ocurriendo en la costa norte, encendiendo las alertas de geólogos y especialistas, quienes insisten en reforzar estructuras antiguas, capacitar a la ciudadanía y mejorar los sistemas de alerta temprana.

La calma volvió gradualmente a las calles, aunque con la tensión propia de un país que vive a la expectativa de lo que la tierra pueda anunciar. Los sismos no avisan, pero sí dejan mensajes. Y el de esta madrugada, aunque sin consecuencias graves, es un recordatorio claro de que vivir en el Perú implica estar siempre listos. La naturaleza no perdona la improvisación.